No lo voy a negar, lo pase mal en el parto, mi umbral del dolor siempre ha sido muy bajito y las contracciones de oxitocina me dolieron, no voy a negarlo, incluso lloré, pero me pusieron la epidural y ¡tachan! todo comenzó a ser maravilloso, sin dolores, pero Lucía no estaba por la labor de salir, estaba muy agustito dentro de mí, pero dejó de tener mucho oxígeno y hubo que sacarla urgentemente.
Vuelta, en el quirófano, a llorar, que miedo pasé de que le pudiese pasar algo a mi pequeña, con la epidural no sentí ningún dolor de cesarea, pero si sentí como me la arrancaban de las entrañas, supongo que esta muy lejos de lo que se siente cuando das aluz, pero yo noté su llegada al mundo.
Nada más nacer la hicieron pruebas, todo perfecto, la vistieron y me la enseñaron un momento. Cuando me la enseñaron me dijeron que no había parado de llorar pero cuando me sintió se tranquilizó, me emocioné al verla pero no me dejaron cogerla porque estaba en la mesa de quirofano y hasta que no me subieron de la sala de reanimación a las 22.30 no la llevaron a la habitación, que momento tan único tener a tu bebé en brazos y a tu pareja al lado. Peso 2950gr y midió 48cm, aunque ya a día de ayer que fuimos a la enfermera a que le hicieran la segunda prueba del talón pesaba 3180gr (en el hospital solo perdió 50gr) y medía 50,5cm.
No ha sido muy fácil, R no ha dejado de trabajar y ha dormido todas las noches en una butaca en el hospital con nosotras, en total seis días, terminó reventada. Yo el mismo día que salí del hospital tuve que volver por una fiebre que no me bajaba, piensan que fue una infección, nadie lo sabe. Y además tengo una anemia de caballo por lo que estoy cansada todo el día.
La lactancia, el comienzo, ha sido duro pero he conseguido a pesar de las grietas y el dolor darle de mamar a Lucía, pero no es fácil, no es nada fácil.
El cordón ya se le ha caído, se le cayó el 23 de mayo a las ocho de la tarde cuando R. la bañaba y ese mismo día le pusimos los pendientes que le regalo mi abuela, su bisa. Que la pobre mujer tiene alzehimer y se olvida de casi todo, pero a Lucía la recuerda con total nitidez, que orgullosa estoy de ello.
Y de remate final la niña es alcalaina, porque en Pradillo nos pedían estar las dos empadronadas en Madrid y el informe original de la clínica en el que R. firmó mostrando su acuerdo, y en la clínica el original no nos lo daban, solo fotocopias, por lo que Lucía desde el día 24 de Mayo es hija de las dos, nació el día de San Isidro y es alcalaina, jajaja. Todo genial!!!
Cada día que pasa estoy más enamorada de mi mujer y mi hija.
Grandes 2017 Octubre
Hace 7 años