Contigo

Que haría yo sin R… A veces, discutimos, a veces me saca de quicio, a veces es borde, a veces es cabezota y tiene mal genio, a veces parece que no le importa nada un pimiento, a veces… pero es ella, ES ELLA. Anoche comencé a pensar todo lo que he venido contando estos días, que ya no voy a poderme esconder más, que como decía alguien en su blog, hasta a un entrenador o a los profesores tendré que explicarles que nuestro hij@ tiene dos madres y ningún padre, que tendré que delante suya, y muchas veces detrás) me tendré que poner un cartel que diga “soy lesbiana” y llevarlo con la cabeza bien alta y como decía también alguien en su blog tendré que ponerme en pie de guerra a quien trate de discriminarle, de mirarlo mal, de decir algo… tendré que aprender a defenderme para darle las armas para defenderse él. Y quizá me agobiaba un poco y allí estaba R. escuchándome y diciéndome “Cariño, no hace falta que des explicaciones, ya vendrá el niño corriendo y gritando mami y ya estará todo aclarado, jeje (me dio un beso)” y después le decía “y si me acobardo, si no soy suficientemente valiente…” y me contestaba “¿cuando alguien te hacen daño no te defiendes? Pues un hijo es lo que más duele en el mundo” Y por si acaso no estaba demasiado pesada con mis preguntitas continué “¿Cuánto quieres tener al bebé? Y si me agobio porque no me quedo embarazada…” y me contestaba “si eso pasase estaré allí para apoyarte, y en ultima instancia yo me quedaría embarazada. Lo deseo mucho muchísimo. Deseo ser madre junto a ti” Y ya me tranquilice y me dormí. Por eso R. puede permitirse el lujo de ser como quiera, de tener sus fallos, porque es humana, porque se equivoca, pero me quiere y SIEMPRE está ahí apoyándome y queriéndome. No tengo seguridad en que yo vaya a ser la mejor madre del mundo, pero tengo la plena seguridad de que R. si lo va a ser.

Contigo mi vida quiero pasar el resto de mi vida.